Eje intestino-cerebro: la relación entre microbiota, estrés y ansiedad
- Rosa María RV

- 27 ago
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Introducción
¿Alguna vez sentiste “mariposas en el estómago” cuando estabas nervioso? Esa conexión no es solo una metáfora: el eje intestino-cerebro es una red de comunicación real entre el sistema digestivo y el sistema nervioso.
Según la revisión publicada en Internal and Emergency Medicine (Di Vincenzo et al., 2024), la microbiota intestinal influye directamente en nuestro estado de ánimo, la gestión del estrés e incluso en la aparición de trastornos de ansiedad y depresión.
¿Qué es el eje intestino-cerebro?
El eje intestino-cerebro es una vía bidireccional de comunicación que conecta el sistema nervioso central con el sistema nervioso entérico (el “segundo cerebro” del intestino).
Se comunica a través de:
Nervio vago: transmite señales directas entre intestino y cerebro.
Hormonas y neurotransmisores: serotonina, dopamina y GABA, muchos de los cuales se producen en el intestino.
Sistema inmune y citoquinas: la inflamación intestinal puede alterar la función cerebral.
Microbiota intestinal y salud mental
La microbiota intestinal es clave en este diálogo. Algunas bacterias beneficiosas producen metabolitos y neurotransmisores que influyen en el estado de ánimo.
El 90% de la serotonina se produce en el intestino.
Bacterias como Lactobacillus y Bifidobacterium ayudan a regular la ansiedad y el estrés.
Una microbiota equilibrada reduce la inflamación sistémica, que se ha vinculado con depresión y deterioro cognitivo.
Cuando existe disbiosis intestinal, el eje intestino-cerebro se altera, favoreciendo síntomas como ansiedad, insomnio, irritabilidad y cambios de humor.
Estrés y ansiedad: cómo afectan al intestino
El estrés crónico no solo altera el cerebro, también impacta directamente en el intestino:
Aumenta la permeabilidad intestinal, lo que conocemos como “intestino permeable”.
Disminuye la diversidad de la microbiota.
Favorece la inflamación intestinal y sistémica.
Este círculo vicioso —estrés que afecta al intestino e intestino que intensifica el estrés— puede convertirse en un ciclo difícil de romper.
Estrategias para cuidar el eje intestino-cerebro
Alimentación equilibrada
Dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres y pescado.
Incluir alimentos fermentados (yogur, kéfir, kimchi, kombucha).
Probióticos específicos[Salto de ajuste de texto]Algunas cepas (Lactobacillus rhamnosus GG, Bifidobacterium longum) han demostrado reducir la ansiedad en estudios clínicos.
Manejo del estrés
Meditación, yoga o técnicas de respiración.
Ejercicio físico regular.
Sueño reparador (7–8 horas).
Psicobióticos[Salto de ajuste de texto]Un nuevo campo de investigación que estudia cómo ciertas bacterias probióticas pueden influir directamente en la salud mental.
Conclusión
El eje intestino-cerebro demuestra que la salud digestiva y la salud mental están profundamente conectadas. Cuidar la microbiota intestinal no solo fortalece la digestión y la inmunidad, también puede ser una herramienta poderosa contra el estrés y la ansiedad.
En otras palabras: cuidar tu intestino es también cuidar tu mente.
📖 Referencia científica
Di Vincenzo, F., Del Gaudio, A., Petito, V., Lopetuso, L. R., & Scaldaferri, F. (2024). Gut microbiota, intestinal permeability, and systemic inflammation: a narrative review. Internal and Emergency Medicine, 19, 275–293. DOI: 10.1007/s11739-023-03374-w
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