Inflamación sistémica: el vínculo oculto entre la barrera intestinal y las enfermedades crónicas
- Rosa María RV

- 27 ago
- 1 Min. de lectura
Inflamación: ¿siempre es mala?
La inflamación es una respuesta natural de defensa. Cuando hay una herida o una infección, el sistema inmune reacciona para reparar el daño. Sin embargo, si esta inflamación se vuelve constante y silenciosa, se transforma en inflamación sistémica crónica, un estado que daña los tejidos y acelera enfermedades.
El origen intestinal de la inflamación crónica
La revisión publicada en Internal and Emergency Medicine muestra cómo un intestino permeable puede ser el origen oculto de esa inflamación. Al abrirse la barrera intestinal, sustancias como lipopolisacáridos (LPS) bacterianos llegan a la sangre y encienden al sistema inmune de forma persistente.
Consecuencias de la inflamación sistémica
El fuego de la inflamación sistémica afecta múltiples órganos:
Metabolismo: favorece obesidad y resistencia a la insulina.
Cerebro: se vincula con deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas.
Corazón: aumenta riesgo de aterosclerosis.
Sistema inmune: facilita el desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Estrategias para reducir la inflamación
Reforzar la barrera intestinal con dieta rica en fibra y probióticos.
Reducir el consumo de azúcares y grasas saturadas.
Dormir bien y controlar el estrés, factores que influyen en la microbiota.
👉Aprende más en: [Probióticos, fibra y dieta: claves para reparar la permeabilidad intestinal].
👉 También puedes leer: [Microbiota e inmunidad: el papel del intestino en la diabetes, obesidad y autoinmunes].



Comentarios