Microbiota intestinal y sistema inmune: cómo el intestino se comunica con tus defensas
- Rosa María RV

- 27 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 sept
Introducción
¿Sabías que casi el 70% de las células inmunes de tu cuerpo residen en el intestino? Esto convierte al aparato digestivo en mucho más que un órgano de absorción: es un verdadero centro de control inmunológico.
El estudio de Di Vincenzo y colaboradores (2024), publicado en Internal and Emergency Medicine, explica cómo la microbiota intestinal se comunica con el sistema inmune y cómo, cuando existe intestino permeable, este diálogo se distorsiona, provocando inflamación sistémica y enfermedades crónicas.
El intestino como órgano inmunológico
La mucosa intestinal está en contacto directo con el exterior a través de los alimentos que consumimos. Para defendernos, cuenta con:
Células epiteliales intestinales que actúan como barrera.
Placas de Peyer: agrupaciones de tejido linfoide que detectan patógenos.
Inmunoglobulina A (IgA): un anticuerpo que neutraliza bacterias dañinas sin generar inflamación excesiva.
Este sistema se entrena gracias a la microbiota intestinal.
La microbiota como “entrenador” del sistema inmune
La microbiota intestinal enseña a nuestras defensas a diferenciar entre “amigos” y “enemigos”.
Estimula el desarrollo de linfocitos T reguladores, que previenen respuestas autoinmunes.
Produce metabolitos como los ácidos grasos de cadena corta (SCFAs), que reducen la inflamación.
Favorece el equilibrio entre respuesta defensiva y tolerancia inmunológica.
Cuando la microbiota se altera (disbiosis), se rompe este equilibrio y el sistema inmune puede volverse hiperactivo o, por el contrario, débil.
Intestino permeable e inmunidad alterada
Un intestino permeable permite que toxinas y fragmentos bacterianos atraviesen la barrera intestinal. Esto genera una activación constante del sistema inmune, que responde como si el cuerpo estuviera bajo ataque.
El resultado: inflamación crónica que favorece enfermedades como:
Diabetes tipo 1.
Artritis reumatoide.
Enfermedad inflamatoria intestinal (Crohn, colitis ulcerosa).
Obesidad y síndrome metabólico.
Cómo fortalecer la microbiota y el sistema inmune
Alimentación variada y rica en fibra: frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Probióticos y prebióticos: ayudan a mantener el equilibrio microbiano.
Vitamina D y ácidos grasos omega-3: nutrientes clave para modular la inmunidad.
Dormir bien y controlar el estrés: el eje intestino-cerebro influye directamente en las defensas.
Ejercicio regular: fortalece tanto la microbiota como la inmunidad.
Conclusión
El intestino no solo es la puerta de entrada de los nutrientes, es también el campo de entrenamiento de tu sistema inmune.
Cuidar la microbiota intestinal y mantener la barrera intestinal fuerte significa reforzar tus defensas, reducir la inflamación y prevenir enfermedades crónicas.
📖 Referencia científica
Di Vincenzo, F., Del Gaudio, A., Petito, V., Lopetuso, L. R., & Scaldaferri, F. (2024). Gut microbiota, intestinal permeability, and systemic inflammation: a narrative review. Internal and Emergency Medicine, 19, 275–293. DOI: 10.1007/s11739-023-03374-w
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