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Probióticos y prebióticos: diferencias, beneficios y mejores fuentes naturales

Actualizado: 9 sept

Introducción 

En el mundo de la nutrición y la salud intestinal, dos palabras se repiten cada vez más: probióticos y prebióticos. A menudo se confunden, pero en realidad cumplen papeles distintos y complementarios. 

El estudio de Di Vincenzo y colaboradores (2024), publicado en Internal and Emergency Medicine, destaca que la microbiota intestinal es clave para mantener una barrera intestinal fuerte y controlar la inflamación sistémica. Y para lograrlo, probióticos y prebióticos son aliados imprescindibles. 

 

¿Qué son los probióticos? 

Los probióticos son microorganismos vivos —bacterias o levaduras— que, al consumirse en cantidades adecuadas, benefician la salud del huésped. 

Principales beneficios de los probióticos 

  • Restauran el equilibrio de la microbiota intestinal

  • Refuerzan la barrera intestinal, reduciendo el riesgo de intestino permeable. 

  • Modulan el sistema inmune y reducen la inflamación crónica. 

  • Mejoran la digestión de lactosa y absorción de nutrientes. 

  • Previenen diarreas asociadas a antibióticos. 

Fuentes naturales de probióticos 

  • Yogur natural con cultivos vivos. 

  • Kéfir. 

  • Chucrut y kimchi. 

  • Kombucha. 

  • Quesos curados con fermentos vivos. 

 

¿Qué son los prebióticos? 

A diferencia de los probióticos, los prebióticos no son bacterias vivas, sino fibras y compuestos vegetales que sirven de alimento para las bacterias beneficiosas del intestino. 

Beneficios de los prebióticos 

  • Estimulan el crecimiento de bacterias saludables como Bifidobacterium y Lactobacillus

  • Favorecen la producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFAs), esenciales para nutrir a las células intestinales. 

  • Mejoran la regularidad intestinal. 

  • Ayudan a reducir el riesgo de obesidad y enfermedades metabólicas. 

Fuentes naturales de prebióticos 

  • Ajo, cebolla y puerro. 

  • Plátano verde. 

  • Espárragos. 

  • Alcachofa. 

  • Legumbres. 

  • Avena y cebada integral. 

 

Probióticos + prebióticos = simbióticos 

Cuando combinamos probióticos y prebióticos, hablamos de simbióticos. Esta sinergia potencia los efectos positivos: los probióticos llegan al intestino y los prebióticos les dan el alimento que necesitan para prosperar. 

Ejemplo: yogur (probiótico) con avena y plátano (prebióticos). 

 

Cómo elegir un suplemento de probióticos o prebióticos 

  • Probióticos: busca cepas específicas (ej. Lactobacillus rhamnosus GG, Bifidobacterium lactis) y una dosis mínima de 1.000 millones de UFC. 

  • Prebióticos: los más estudiados son la inulina y los FOS (fructooligosacáridos)

⚠️ Importante: siempre consultar con un profesional de salud antes de iniciar suplementos, ya que cada microbiota es única. 

 

Conclusión 

Los probióticos aportan bacterias vivas beneficiosas, mientras que los prebióticos son el alimento que las ayuda a crecer. Juntos, forman un dúo esencial para mantener un intestino sano, una microbiota equilibrada y reducir la inflamación crónica asociada a enfermedades sistémicas. 

En otras palabras: cuidar tu microbiota es cuidar tu salud general, y probióticos + prebióticos son el mejor equipo para lograrlo. 

 

📖 Referencia científica 

Di Vincenzo, F., Del Gaudio, A., Petito, V., Lopetuso, L. R., & Scaldaferri, F. (2024). Gut microbiota, intestinal permeability, and systemic inflammation: a narrative review. Internal and Emergency Medicine, 19, 275–293. DOI: 10.1007/s11739-023-03374-w 

 



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