Inflamación silenciosa: cómo la disbiosis intestinal puede dañar tu salud sin que lo notes
- Rosa María RV
- 27 ago
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Actualizado: 9 sept
Inflamación silenciosa: cómo la disbiosis intestinal puede dañar tu salud sin que lo notes
Introducción
No siempre sentimos la enfermedad cuando empieza. A veces, el cuerpo se inflama de forma tan sutil que pasa desapercibido durante años. A esto se le llama inflamación silenciosa o de bajo grado, y la ciencia ha descubierto que la disbiosis intestinal —un desequilibrio en la microbiota— puede ser uno de sus grandes desencadenantes.
En su revisión publicada en Internal and Emergency Medicine (Di Vincenzo et al., 2024), titulada “Gut microbiota, intestinal permeability, and systemic inflammation: a narrative review”, se explica cómo el intestino es el origen oculto de procesos inflamatorios que afectan al metabolismo, la inmunidad e incluso al cerebro.
¿Qué es la inflamación silenciosa?
A diferencia de la inflamación aguda (una herida, una infección visible), la inflamación silenciosa es crónica y de bajo grado. No produce dolor intenso ni fiebre evidente, pero libera citoquinas proinflamatorias que:
Dañan tejidos poco a poco.
Alteran el metabolismo.
Desgastan al sistema inmune.
Aumentan el riesgo de enfermedades crónicas.
Disbiosis intestinal: el inicio del problema
La microbiota intestinal funciona como un ecosistema equilibrado. Cuando ese equilibrio se rompe (por mala alimentación, antibióticos, estrés o falta de fibra), aparece la disbiosis.
Este estado provoca:
Pérdida de bacterias beneficiosas como Bifidobacterium.
Aumento de bacterias productoras de toxinas.
Alteración en la producción de metabolitos protectores como los SCFAs (ej. butirato).
La consecuencia es un intestino permeable, por donde se filtran compuestos dañinos al torrente sanguíneo, iniciando la inflamación crónica.
Enfermedades asociadas a la inflamación silenciosa
La revisión científica destaca que la inflamación silenciosa está relacionada con:
Obesidad y síndrome metabólico.
Hígado graso no alcohólico.
Diabetes tipo 2.
Enfermedades cardiovasculares.
Trastornos neurodegenerativos como Alzheimer y Parkinson.
Autoinmunidad (artritis reumatoide, Crohn, colitis ulcerosa).
Señales de alerta de la inflamación silenciosa
Aunque difícil de detectar, hay síntomas que pueden sugerirla:
Fatiga persistente.
Problemas digestivos recurrentes.
Dolores articulares.
Sobrepeso resistente a la dieta.
Alteraciones en el sueño.
Problemas de piel (eczema, psoriasis).
Cómo combatir la inflamación silenciosa desde el intestino
Alimentación antiinflamatoria
Seguir la dieta mediterránea.
Aumentar frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
Evitar azúcares refinados y ultraprocesados.
Reforzar la microbiota
Probióticos (yogur, kéfir, kombucha).
Prebióticos (plátano verde, ajo, cebolla, avena).
Estilo de vida saludable
Dormir entre 7–8 horas.
Ejercicio moderado y regular.
Manejo del estrés (meditación, respiración consciente).
Conclusión
La inflamación silenciosa es un enemigo invisible que avanza sin dar señales claras, pero la ciencia ha encontrado su origen en la microbiota intestinal y la permeabilidad intestinal aumentada.
Cuidar el intestino significa apagar un fuego interno que, de otra manera, podría alimentar la aparición de múltiples enfermedades crónicas.
📖 Referencia científica
Di Vincenzo, F., Del Gaudio, A., Petito, V., Lopetuso, L. R., & Scaldaferri, F. (2024). Gut microbiota, intestinal permeability, and systemic inflammation: a narrative review. Internal and Emergency Medicine, 19, 275–293. DOI: 10.1007/s11739-023-03374-w
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